Durante estos días, debido a la grave pandemia de COVID-19, se ha hablado mucho de los aerosoles y de su importancia o no en la propagación del virus. ¿Pero que son los aerosoles? Según una definición bastante común se considera “aerosol”: a un coloide de partículas sólidas o líquidas suspendidas en un gas. El término aerosol se refiere tanto a las partículas como al gas en el que las partículas están suspendidas. El tamaño de las partículas puede ser desde 0,002 µm a más de 100 µm, esto es, desde unas pocas moléculas hasta el tamaño en el que dichas partículas no pueden permanecer suspendidas en el gas al menos durante unas horas. Estas partículas pueden ser bien de origen antropogénico (contaminación producida por el hombre) o bien de origen natural (las cenizas volcánicas, las tormentas de polvo, la erosión del suelo, los incendios forestales y de pastizales, y la pulverización de agua marina). La composición de los mismos, como podemos imaginar, es muy diversa dependiendo de su origen sean de origen natural o derivados de la actividad humana.
Otro factor importante en este tipo de contaminante es el tamaño de los mismos, ya que de ello dependerá su comportamiento y su tiempo de permanencia en la atmosfera. Los mas pequeños de <2,5 µm tienen periodos de vida media en la atmosfera más largos y pueden recorrer distancias mas largas (>100 km). Las >10 µm tienen vidas medias de tan solo minutos u horas y se depositan mas rápido.
El tamaño del aerosol es fundamental en sus efectos sobre la salud humana, ya que debido a su reducido tamaño estas entran en las vías respiratorias por inhalación. Las partículas más grandes generalmente se filtran en la nariz y en la garganta y no causan problemas, pero las partículas de menos de unos 10 micrómetros (PM10) pueden instalarse en los bronquios y en los pulmones y causar problemas de salud. Del mismo modo, las partículas de menos de 2.5 micrómetros (PM2,5) tienden a penetrar en el de intercambio de gases de las regiones del pulmón, y las partículas muy pequeñas (<100 nanómetros) pueden pasar a través de los pulmones y afectar a otros órganos. Este hecho es lo que ha encendido el debate en la comunidad científica sobre si este tipo de contaminantes facilitan así la entrada del virus COVID-19 en las personas o bien simplemente unen sus efectos en la salud a los provocados por el virus.
¿Y que efectos tienen los aerosoles en la salud humana? Debido a la muy diversa procedencia de los mismos generan una muy diversa sintomatología. Principalmente dolores pulmonares, de cabeza, malestares en garganta, irritación y lagrimeo de los ojos, mientras que para exposiciones crónicas algunos son asma, cáncer de pulmón, problemas cardiovasculares, y muerte prematura. Los efectos también están relacionados a trastornos de salud como el incremento de la frecuencia de enfermedades respiratorias crónicas, disminución de la capacidad respiratoria y el incremento de enfermedades cardiacas.
Las administraciones públicas monitorizan de manera habitual este tipo de contaminantes, bien mediante la instalación de equipos fijos en puntos estratégicos de las ciudades, bien solicitando a empresas que pueden generar este tipo de contaminación campañas de control sobre los mismos.
Actualmente AUDEMA realiza de manera habitual el muestreo de este tipo de contaminantes y su posterior determinación en el laboratorio. Tanto el de partículas mas gruesas como son las Partículas Sedimentables (>30 µm), como de las denominadas Partículas Totales (<30 µm), como de las mas pequeñas PM10 (<10 µm) y PM2,5(<2,5 µm), en todas ellas también es posible realizar un estudio mas exhaustivo determinando su composición principal (metales, COVs). Por lo que los servicios que puede prestar AUDEMA, tanto a administraciones publicas como a empresas, son de vital importancia para la salud y la calidad de vida de todos.
